
Escuché hablar de Melvin Smith Lord por primera vez hace siete años. Desde el primer momento me di cuenta de que se trataba de un personaje de lo más atrayente: de origen norteamericano, nacionalizado filipino, llegó a la Costa Brava en 1939 para dedicarse al espionaje por cuenta del gobierno de los Estados Unidos en el pueblo empordanès de Palamós durante la Segunda Guerra Mundial. Quien empezó a contarme sobre él fue Montague John Lord, hijo de Melvin y la palamosina Carmen Pagès Vilar, mientras trabajaba para él durante el verano de 2017. Montague, afincado entre Palamós y Washington D.C., me había dado la oportunidad de colaborar con él para un proyecto audiovisual que estaba preparando para el Banco Asiático de Desarrollo, entidad donde trabajaba como economista.

En aquellos meses estaba haciendo reportajes sobre las distintas iniciativas que, desde el departamento de economía del Banco Asiático, se estaban llevando a cabo en Malasia e Indonesia. La conversación que se produjo sobre la vida de su padre se dio en este contexto desenfadado, en la cotidianidad de las jornadas de edición del material audiovisual. Yo estaba a punto de comenzar el grado en Comunicación Cultural, y me interesaba todo lo que estaba relacionado con la divulgación y el periodismo. Los tres meses montando reportajes para el canal de Youtube Cross-Border Value Chains bajo la supervisión de Montague Lord permitieron acrecentar mi confianza con él, al punto que me ofreció otro trabajo, esta vez más personal, pensado para el año siguiente: digitalizar y ordenar los fondos documentales privados de su familia, con el objetivo de crear un museo virtual.1 A partir de aquel momento, empecé a hacerle algunas preguntas personales que, en principio, quedaron en anécdota hasta que, el verano siguiente, por fin comencé a tratar de manera sistemática el fondo de la familia Lord-Pagès.

Como palamosina, ya tenía alguna información sobre la madre de Montague, siendo la familia Pagès bienestante y muy conocida en la zona de Palamós, pero todavía ignoraba por completo la historia de su padre, Melvin, apodado “Mel”. Montague me contó que Mel había trabajado como espía para la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos de América (Central Intelligence Agency; CIA) y, antes de ello, para la Oficina de Servicios Estratégicos (Office of Strategic Services; OSS), una organización desconocida para mí hasta el momento.
Salieron a la luz cartas, dietarios, recetas, postales y diarios personales de Carmen Pagès Vilar y, en menor medida, de otros de sus familiares como su padre, Pelayo Pagès Belleville, Melvin Lord, y el padre de Melvin. A partir de los diarios privados de Carmen se podían conocer los efectos de la Guerra Civil Española en Palamós y la manera en que ésta afectó a una familia bienestante, como era la suya. Así mismo, su forma de escribir, profunda y sentimental, la llevaba a destacar con precisión detalles muy íntimos, como la importancia que tuvo conocer al que sería su marido; sus atributos y los sentimientos que desarrolló por él. La correspondencia de Carmen, por otro lado, permitía trazar un rastro sobre sus amistades y vínculos personales más estrechos, desde su infancia en los años veinte hasta su vejez, en los años ochenta, pasando por su época de juventud, durante la que Melvin pasó a ser una figura referenciada constantemente. Carmen y Melvin eran personas con muchas amistades en distintos puntos de Cataluña, e incluso en otros países, en un momento en qué las relaciones internacionales eran, hasta cierto punto, excepcionales. Algunos de los países con que mantenían correspondencia eran Francia, Suiza, Filipinas, Marruecos y Estados Unidos.

Teniendo en cuenta el lapso cronológico de los documentos reunidos, que iban desde finales del siglo XIX hasta los años noventa del siglo XX, no fue posible analizarlos todos durante el verano que trabajé para Montague.2 Como resultaba imprescindible para el museo virtual de la familia Lord-Pagès disponer de imágenes, hice especial hincapié en digitalizar y editar los negativos de las fotografías familiares, para que estuviesen disponibles para su publicación. En ellas aparecían personajes muy conocidos dentro de la cultura y la política catalana, como Josep Pla o Salvador Dalí, y esto me llevó a preguntarme qué tipo de relación debieron tener éstos con Melvin y Carmen. Montague comenzó a desarrollar los escritos para la nueva página web a partir de los documentos y transcripciones que yo había ido seleccionando y vaciando, y los complementó con sus recuerdos familiares. Aquellos archivos que no dio tiempo a tratar volvieron a guardarse, hasta que le presenté la idea de desarrollar el presente estudio sobre su padre.
En los cinco años transcurridos entre que acabé de trabajar para Montague y me decidí por dedicarle a Melvin Lord mi Trabajo Final de Máster, había pensado recurrentemente en su figura. Durante lecturas y clases universitarias sobre la Segunda Guerra Mundial me surgían dudas: ¿Dónde debió estar Melvin en aquél momento? ¿Cuál fue su papel en el conflicto? ¿Por qué se trasladó precisamente a Palamós? Paralelamente, había comenzado una estancia de prácticas en el antiguo complejo industrial de la empresa de corcho Armstrong Cork Company, en Palafrugell, como guía de museo, y recordé que Melvin había trabajado allí mismo como ingeniero durante los años cuarenta.3 Estas dudas, que de vez en cuando compartía con Montague con quién mantuve siempre el contacto, fueron el primer impulso que motivó la presente investigación.

En un principio, el planteamiento del proyecto fue dirigido a contribuir a reconstruir, a través de la historia de Melvin Lord como caso de estudio, el funcionamiento de los Servicios Secretos Americanos en España durante la Segunda Guerra Mundial. Tras recuperar los documentos que habían quedado por analizar, continuaron saliendo a la luz cartas y archivos principalmente de Carmen Pagès Vilar. Según parecía, no había cartas escritas por el propio Melvin, o que hablaban expresamente de sus actividad como agente de la OSS. Sin embargo, mientras que analizaba la documentación a mi disposición, me di cuenta de que las cartas de Carmen Pagès que estaba examinando también tenían cierta relevancia histórica: a través de ellas se podían conocer las relaciones personales que había tenido Melvin Lord y, quizás, deducir quiénes habían podido formar parte de su red de espionaje. Esto podía ser posible dado que Carmen describía en detalle las reuniones sociales que celebraban y reflejaba, tanto implícita como explícitamente, el tipo de cercanía que tenían con cada uno de sus amigos. Del mismo modo, la misma correspondencia era una fuente de información importante para saber en qué lugares se pudo encontrar Melvin durante los años del conflicto bélico, pues las fechas, localizaciones y descripciones de Carmen sobre su día a día al lado de Mel eran, una vez más, muy detalladas. En último lugar, estos documentos eran centrales para conocer cuál era la cotidianidad de un agente de inteligencia estadounidense en la Europa de entreguerras.

Además de las cartas mencionadas arriba, para desarrollar la presente investigación, he podido contar también con el testimonio oral de Montague Lord. Este testimonio ha resultado significativo, dado que Montague conoce algunas de las actuaciones de su padre dentro de la OSS, así como su rango y sus vínculos con personalidades de las élites intelectuales, económicas y militares catalanas y españolas. En definitiva, para perfilar la historia de Melvin Lord, el papel que desarrolló como agente de inteligencia de la OSS y su día a día en la Costa Brava he podido contar con dos fuentes primarias: los archivos personales de la familia Lord-Pagès y las entrevistas con Montague J. Lord. Teniendo en cuenta las herramientas de qué disponía, se pudo redirigir el planteamiento del trabajo para llegar al actual.
El objetivo principal del presente estudio es describir el papel de la Oficina de Servicios Estratégicos en la Costa Brava durante la Segunda Guerra Mudnial desde el punto de vista de uno de sus agentes secretos, Melvin Lord. Según parece, Lord fue uno de los espías más importantes de la región, y sus actuaciones, junto con las de sus compañeros, contribuyeron al resultado favorable hacia las potencias Aliadas de la Segunda Guerra Mundial. El texto se estructura en tres capítulos, que permiten relacionar el caso de estudio, la vida de Melvin con las misiones que le encargaban desde los servicios secretos. En última instancia, queda reflejada a partir de esta relación cómo Lord pudo contribuir a ayudar a los Aliados en Europa.
El primer capítulo contextualiza históricamente, a partir de la literatura académica existente, la creación, el desarrollo y las actuaciones de la Oficina de Servicios Estratégicos. El segundo describe las actuaciones de la OSS en España durante la Segunda Guerra Mundial. El tercer y último capítulo se dedica íntegramente a construir la biografía de Melvin S. Lord y ponerla en relación con el contexto histórico. El valor de éste vínculo radica en averiguar, dentro del marco de las actuaciones de la OSS en la Costa Brava y sus perfiles de selección de personal, si Melvin formó parte de las principales operaciones de la OSS y si realmente se formó una red de espionaje en la zona.
- El museo virtual de la familia Lord-Pagès, todavía en fase de desarrollo, se puede consultar en el siguiente enlace: https://lordpages.com/. ↩︎
- De ésta época se reunieron matrículas universitarias y cartas de Pelayo Pagés Belleville, abuelo de Montague Lord y padre de Carmen Pagès, proveniente de una familia bien posicionada económica y socialmente y afincado entre Palamós y Barcelona. ↩︎
- Actualmente, en el antiguo complejo industrial de Armstrong Cork Company hay dos museos: el Museu del Suro de Catalunya, de titularidad pública y dedicado a la historia del corcho en l’Empordà, y el Museo Can Mario de escultura contemporánia, de titularidad privada y perteneciente a la Fundació Vila Casas. ↩︎